Alojamiento Extrahotelero Chalet Turístico - SIERRA CASTAÑOS - (G-11882)
Bº VUELTA ABAJO 26
PENAGOS
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Continuando hacia el Sur en Soto Iruz se levanta el Monasterio Franciscano, antiguo hospital de peregrinos, con una curiosa torre octogonal del s.XVI, solución constructiva muy poco habitual en la arquitectura religiosa de Cantabria. A continuación Villasevil cuenta con un buen ejemplo de templo románico del siglo XII, la Iglesia de Santa Cecilia; en Corvera de Toranzo se ubica la Casa Solariega de Díez Villegas, declarada de bien de interés cultural en 1992. En Acereda se encuentra la Iglesia parroquial de la Asunción, del s.XVII, BIC desde 1985. Más adelante encontramos la población de Vejorís (solar de Francisco de Quevedo) con la iglesia renacentista de Santo Tomás, del s.XVI, cuyo valiosísimo retablo realizado en esmalte en Limoges se encuentra en el Museo Diocesano de Santander.
El valle del Pas ofrece todo cuanto el visitante espera encontrar en La Montaña. Un relieve contrastado y enérgico, una naturaleza exuberante, un paisaje con fuerte personalidad, un variado y rico patrimonio cultural y etnográfico, y un sinfín de posibilidades excursionistas.
El valle queda definido por el modo en que se imbrican el paisaje natural y el paisaje creado por el hombre: prados siempre verdes, festoneados de muretes, cabañas, y el bosque ocupando los espacios intersticiales entre fincas, o las zonas de mayor pendiente donde no fue factible su conversión en pastizales de diente o segadío. En los días soleados, es un verdadero espectáculo ver como la luz se refleja en el verde tapiz de los prados, dándoles la textura del terciopelo.
Robles y hayas, los caducifolios mejor adaptados al clima de nuestras latitudes, conforman bosques de cierta entidad en las zonas medias y altas del valle. Destacan los robledales de Marroquín, Andaruz, Aldano, Troja, El Ronquillo, Ballabantes y Cabaña y los hayedos de Andaruz, La Lastra y Las Garmas en el alto Pas.
El tejido económico del valle no se ciñe exclusivamente a la actividad ganadera. El aprovechamiento de los productos lácteos, así como de otros elementos naturales, ha permitido desarrollar pequeñas y medianas empresas de transformación (quesos, sobaos, quesadas…). En los últimos años está cobrando un importante auge el turismo rural, ávido de territorios bien conservados y ajenos a la presión urbanística.
La actividad termal es otro de los recursos con mayor auge, aunque la tradición balnearia se remonta ya muy atrás en el tiempo. Desde el siglo XIX vienen aprovechándose las propiedades terapéuticas de las aguas de Puente Viesgo. Tienen como origen dos manantiales diferentes, uno de ellos, el del Pradillo, destinado únicamente para bebida. La surgencia de ambos se localiza en roca caliza, en el contacto entre materiales carboníferos y triásicos y se asocia a la falla cabalgante del Escudo de Cabuérniga, con aguas clorurado - sódicas. Presenta un caudal de agua de 56.640 litros por hora, una temperatura de 35ºC y la mineralización es media.
Otras rutas son:
C/ San Pedro, Nº 32 ,Sobarzo
Telf: 942 56 40 15
Móvil: 616 84 94 85
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Contacto: Raúl Montes
Bº La Cueva, S/N, 39650 (Castañeda)
Telf: 942 59 23 31
Móvil: 687 59 23 18
Fax: 942 59 23 18
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Barrio La Herran, Nº 43, 39718, Pámanes (Liérganes)
Teléfono: 942528933
Móvil: 660 32 41 68
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Web: www.posadalacorralada.com
Contacto : Irene Lastra Velasco
La cabaña pasiega es una tipología de arquitectura popular mixta (vivienda-edificio ganadero), propio de las zonas montañosas de Cantabria; sobre todo, de las cuencas altas de los valles de Asón, del Pas, y del Miera cuyo origen contrastado se remonta al siglo XVI.
Usualmente se trata de edificios de una nave, divididos en dos plantas, con apoyo en los muros perimetrales y en uno o dos pilares que sustentan la divisoria de aguas de la cubierta. Se construyen en mampuesto de buen tamaño, con roca caliza del lugar, con cubiertas de lastras pizarrosas.
El acceso a la planta baja, usada como cuadra para animales, se realiza directamente desde el nivel de campo mediante una puerta con dintel de madera. La planta superior, usualmente habilitada para vivienda o almacén, suele tener acceso a través de un patín, consistente, en los ejemplos más arcaicos, en una escalera de peldaños de losa, con una solana o descansillo, que suele cubrirse con una prolongación del alero de cubierta. En ocasiones, cuando la cabaña se encuentra en fuerte desnivel, se realiza el acceso desde un lateral situado en la cota alta, aunque no es lo usual. Los huecos en los muros son escasos y de tamaño, como defensa contra el frío.