Ricky Schneider, clases de guitarra online y autor de manuales teórico-prácticos
La aventura musical de Ricky Schneider, nuestro emprendedor de la semana, comenzó cuando era tan solo un niño en Argentina. Allí se aficionó por la música y en especial por la guitarra, el instrumento que le ha acompañado toda su vida y que es el eje de su trabajo.
Su negocio actual, clases de guitarra online y la venta de manuales didácticos sobre este instrumento, comenzó a fraguarse hace 6 años en Barcelona, donde residía. En aquel momento él trabajaba tocando con su grupo en un programa de televisión y dando clases presenciales. Tras la cancelación del programa surgió la idea de las clases online, una forma más barata y práctica de recibir clases y poder llegar a más público.
Tras el traslado con su familia a Cantabria continuó con el desarrollo de este proyecto laboral, aunque incorporando nuevas ideas. Actualmente compagina las clases de guitarra online (desde su casa de Villasevil de Toranzo para todo el mundo), con la venta de manuales didácticos sobre este instrumento y música en general.
La redacción de estos libros (que se venden a través de plataformas como Amazon y Google Play Books) se ha convertido en uno de los puntos fuertes de su actividad, ya que hasta día de hoy ha escrito 13 volúmenes de diferentes temáticas: armonía, improvisación y guitarra paso a paso.
Todo su trabajo puede encontrarse en su web https://clases-guitarra-online.com/ y también en su canal de youtube ‘Ricky Schneider’, donde publica video-tutoriales.
Entre sus alumnos, como él mismo comenta, hay perfiles muy variados: “desde gente principiante que nunca ha cogido una guitarra, hasta músicos que ya saben tocarla perfectamente. Ahora mismo, por ejemplo, tengo un alumno que estudió la carrera de guitarra en el conservatorio. Lógicamente no tengo que enseñarle a tocar, lo que busca con mis clases es meterse en la música moderna y en la improvisación”.
Ricky ha tenido siempre muy claro que para ser feliz es necesario hacer lo que a uno le gusta, ser autentico sin dejarse llevar por las corrientes mayoritarias. Algo que también aplica a su actividad laboral. Por eso no ha querido “tocar la música que se vende, siempre he seguido la música que realmente me gusta, aunque fuese menos comercial”. Para él, la clave es buscar el público concreto al que le interese ese estilo. “Por ejemplo, con mi grupo de tango moderno –con el que grabó 3 discos- buscamos por qué circuitos se movía el tango en Europa. De esta forma pudimos actuar en muchos lugares de Europa, o incluso en Pakistán”.
Una de las cosas que más lamenta es la poca cultura de emprendimiento que existe en Cantabria y en España en general, “tanto en la gente, como en las instituciones”. Algo que está mucho más desarrollado en otros puntos, como Barcelona, y que espera que acabe llegando al resto de lugares.
