El proceso de Coaching.
El fundador de una empresa familiar delega la dirección en su joven hijo. Éste acepta y, en el inicio, se dedica sobre todo a resolver problemas relacionados con maquinarias y producción. Su formación técnica le hace centrarse en esos asuntos especialmente pero, en poco tiempo, surgen problemas con el personal de la empresa.
Al mismo tiempo las ventas empiezan a caer e incluso algunos sugieren, de manera privada, que se necesita otro plan de márketing. Ante esa situación, el flamante director toma otras decisiones, nuevas vías para buscar soluciones. Pero, por tener otras prioridades que considera más urgentes, pierde de vista esas medidas y no las lleva a la práctica. Finalmente, los problemas se agravan.
El fundador duda si fue buena idea delegar todo el control en su hijo e incluso el propio hijo duda de si fue acertado.Llegan a un acuerdo: hacer un proceso de Coaching. El objetivo es detectar los puntos débiles, fortalecer sus habilidades, hacerse con el mando de todas las áreas de la empresa, diseñar un plan para delegar tareas y hacer el seguimiento y la evaluación de los equipos. A raíz de ese proceso, implanta reuniones semanales con los mandos intermedios, empieza a centrarse en las metas de cada área, a medirlas y a tomar confianza en sus acciones y decisiones.
Al cabo de unos 6 meses, el hijo consigue hacerse con el control de la empresa y con el respeto de sus trabajadores. El fundador piensa que hizo bien en confiarle la empresa.
El proceso de Coaching nos prepara ante esos nuevos retos y, en especial, ante los tres grandes desafíos que pueden marcar la diferencia en una empresa: liderazgo, organización e innovación (según el estudio de I4CP 2013)
LIDERAZGO
En la actualidad, los jóvenes que asumen el negocio familiar, los jefes recién promovidos o las nuevas presiones que existen en las empresas plantean un tipo diferente de liderazgo que no se aprende ni en la Universidad ni en las Escuelas de Negocio. Cómo dirigir, inspirar, crear equipo y conseguir buenos resultados no es una tarea fácil y por eso el Coaching plantea cambios en el líder en su manera de pensar, valorar y actuar; cambios imprescindibles si se desea un equipo comprometido y activo en la búsqueda de resultados.
ORGANIZACIÓN
Además, se necesita un plan que acompañe las decisiones y consiga crear un nuevo tipo de organización, donde las presiones no hundan al barco sino más bien lo impulsen a orientarse hacia nuevos puertos y mercados. Ante la crisis, las graves decisiones de recorte de personal, ampliación de horarios, presión etc. han desestabilizado a muchos equipos y bajado su nivel de productividad. Por eso, se necesita un cambio en el modo de coordinar, comunicar y evaluar lo que antes no parecía tan necesario.
INNOVACIÓN
Y, por último, hoy en día, aunque todos hablan de abrir nuevos mercados, de innovar en el producto, de cambiar los mensajes de venta o de ser creativos, son muy pocas empresas que lo han incluido en su estrategia principal y está lejos de ser el tema más discutido de las reuniones en los comités directivos.
Entender la innovación como una necesidad, incluirla en el plan estratégico más allá de una oficina de I+D o la renovación del software y, con todo eso, conseguir ventajas frente a la competencia es una tarea de convencimiento, compromiso y toma de decisiones que un proceso de Coaching Empresarial puede lograr.
Prepararte para el cambio, reforzar tus habilidades y afrontar y superar las debilidades, innovar e, incluso, avanzar en la conciliación laboral y familiar pueden ser los retos que te lleven a tu propio proceso de Coaching