El Gobierno Regional declara el Palú, el Salto Pasiego y sus modalidades como Bien de Interés Local Etnográfico Inmaterial.
Este palo así elaborado servía antiguamente para desplazarse el pasiego por las «brenas», las «hazas», las «lenes», los callejos, los «praos», y demás lugares del entorno de sus cabañas. Los Valles Pasiegos, son de difícil orografía y adversas condiciones climáticas, motivo por el que el palo pasiego se convirtiera en un distintivo muy particular y necesario que constituía un excelente medio de locomoción en su marco físico, sin el que no se entendería el uso del palo.
El palo, además, servía como arma de defensa, se utilizaba para rendir pleitesía en celebraciones, tanto religiosas como civiles y se empleaba, incluso, para el cortejo y en las romerías, en concursos de competitividad y habilidad. Es en estas últimas manifestaciones donde hoy en día puede admirarse la destreza del uso del Palo Pasiego.
Hoy es un elemento con el que se ejecutan una variada gama de juegos tradicionales, con todas sus variantes vinculadas al uso del palo o palanco pasiego. Las modalidades más propias y comunes de exhibición son el «salto pasiego», «mudar» o andar el palo y «juego de rayar» con uno o dos palos, en algunos casos cuasideportes, que se conocen en cada caso por sus propias denominaciones.
En la versión que todos identificamos por Salto Pasiego, el saltador agarra el palo por un extremo con la mano dominante, la otra la lleva colocada unos cincuenta centímetros más abajo, como en el salto de pértiga. Coge carrera con el palo levantado, lo apoya lo más próximo posible a la línea de salto, sin rebasarla, se impulsa hacia delante con ayuda de los brazos, procurando coger la altura adecuada, para que la curva de caída le lleve más lejos. Se mide la distancia entre la raya y el lugar de caída, siempre sobre la parte de su cuerpo que, tocando el suelo, menos se ha alejado de la raya.
La versión denominada «mudar el palo» tiene las características del salto pasiego, mas en este caso, el saltador debe intentar conseguir casi la vertical del palo con relación al suelo, para en esa posición tirar de su cuerpo hacia arriba, de modo que el palo se despegue del suelo y pueda desplazarlo hacia delante, realizando tantas «mudas» como estén permitidas en el concurso.
«Andar el palo» es una modalidad de gran dificultad, para ello hay que tener una gran des treza y técnica muy desarrollada, pues se basa en el control y coordinación en equilibrio del cuerpo y el palo. El saltador agarra el palo con la mano izquierda de modo que el revés de la mano, el puño, quede hacia delante, la mano derecha agarra con la dirección de la palma hacia delante, el extremo del palo a la altura del hombro, el palo pegado al cuerpo, la distancia entre manos lo que facilite comodidad al saltador para realizar la maniobra. Una vez el palo correcta mente agarrado, se apoya el otro extremo en el suelo, con un impulso se coloca el palo vertical y el saltador «subido» a él, con las piernas encogidas. El desplazamiento es a pequeños saltos, las piernas se estiran y se encogen impulsando el cuerpo hacia arriba, a la vez se tira con los brazos del palo, fruto de esta coordinación se consiguen sucesivos saltos.
«Rayar con uno o dos palos» es la modalidad conocida con el nombre de «rayar con el palu«.
Para ello se hace una raya en el suelo y tras ella se coloca el jugador con los pies juntos. En la mano tiene un palo que apoya en el suelo donde crea conveniente, según la habilidad de que disponga, porque una vez apoyado el palo ya no se mueve. Sobre él deja desliar la mano, de modo que su cuerpo, sin que llegue a tocar el suelo, va bajando hasta colocarse lo más horizontal posible, estira el brazo y deposita una moneda en el suelo, en ocasiones la moneda ya está posada y el objetivo aquí consiste en irla empujando. Después hay que levantarse totalmente, la mano libre y el cuerpo no pueden tocar el suelo, los pies y el palo no se desplazan. También se raya con dos «palancas». En esta versión las manos agarran los dos palos y la moneda se deposita con ayuda de la boca.
Sobre el juego de «rayar», la versión más común no es hoy la de la moneda sino la de rayar con los dedos sobre la tierra o la arena.
El salto pasiego es una denominación genérica para un conjunto de exhibiciones vinculadas al modo de vida tradicional de los pasiegos. Por ello, se trata de un bien estrechamente unido a la extensión socioterritorial de esta comunidad, especialmente los ganaderos de tradición trashumante de corto recorrido asentados desde el siglo XVI en los Valles Pasiegos.
Más información:
Resolución por la que se declara el uso del Palo Pasiego y sus modalidades como Bien de Interés Local Etnográfico Inmaterial. PDF (BOC-2015-10776 – 180 Kb)