La expedición visitó centros productores de la Comarca Pasiega
La afluencia de turistas a los Valles Pasiegos continúa su flujo constante de viajeros. Durante el mes de septiembre como viene ocurriendo de manera regular cada año, viajeros de todas partes el mundo aprovechan los días finales del verano o los primeros del otoño, para descubrir el increíble territorio que conforma la Comarca Pasiega.
En esta ocasión el grupo de motoristas Califato Ácrata del Sur, conformado por moteros de diferentes partes de España, ha elegido Valles Pasiegos como punto de destino para efectuar una escapada de fin de semana, con un itinerario de lo más completo, dentro del que caben cultura, gastronomía, deporte y naturaleza.
El grupo de motoristas, conformado por andaluces, charros gallegos, riojanos, canarios, cántabros y franceses, decidió elegir Valles Pasiegos como destino por ser una de las comarcas cántabras con una idiosincrasia propia, y «que no tiene nada que envidiar a otras zona de Cantabria, por eso vamos a recalar en muchos municipios», comentó Francisco Javier Burgués, representante de los motoristas.
A su llegada a Valles Pasiegos, lo integrantes de la agrupación fueron recibidos por una técnico de la Agencia de Desarrollo Comarcal Pisueña-Pas-Miera, que les facilitó guías gastronómicas y turísticas, mapas de la zona y camisetas de la Mancomunidad Valles Pasiegos como obsequio de bienvenida.
En primera lugar los turistas visitaron Liérganes, donde realizaron una breve parada para visitar y conocer el Centro de Interpretación del Hombre Pez, además de tomar algunas fotografías. Seguidamente, y siempre sobre su moto, tomaron camino a La Carcoba, en Miera donde después de acceder al municipio tomaron la ruta que sigue camino hacía San Roque de Riomiera. Desde allí condujeron hasta Selaya, para efectuar una visita guiada con una breve degustación a dos establecimientos dedicados a la producción típica y tradicional de sobaos y quesadas. Posteriormente realizaron una visita de similares características a la quesería La Jarradilla, en Barcenilla.
Tras disfrutar de sendas visitas guiadas a centros productores pasiegos de manufactura tradicional, los motoristas hicieron una alto el camino para comer. El lugar elegido fue el Restaurante Las Piscinas de Villacarriedo, ubicado en la misma localidad, con cuya comida, trato y servicio los motoristas quedaron encantados.
«Esta es una muestra de la tradición de hospitalidad y acogida de la gentes pasiegas, sin olvidar la grata sorpresa que ha supuesto para muchos de nosotros los descubrimientos de este viaje. Muchos de los productos típicos de estas tierras son desconocidos en la mayoría de nuestros lugares de origen. Sin duda la belleza de esta comarca es única», sentenció Burgués.